Viajar hasta el tacón de la bota italiana se ha convertido en los últimos años en un viaje imprescindible para todas las personas amantes del Viaje Mediterráneo, para quien hoy en día busca en su viaje una mezcla perfecta entre cultura, naturaleza, playa y gastronomía. En este sentido un viaje a Puglia es el ‘cocktail perfecto’ porqué gracias a su posición geográfica e historia milenaria, tiene todos los ingredientes.
Sin embargo el hecho que Puglia se haya hecho ‘tan famosa’ en los últimos años ha hecho que muchos de los lugares que antes eran vírgenes empiecen a sufrir, sobretodo en Julio y Agosto, de demasiada masificación turísticas. Este es el caso de sus maravillosas playas, como las así conocidas como ‘las maldivas italianas’, hoy en día durante la temporada son un sin fin de cuerpos humanos estirados al sol, sin espacio casi para andar.
Nosotros como siempre aconsejamos ir a descubrir estos maravillosos parajes en primavera o en otoño, cuando hay muy poca gente y el clima es aun perfecto para disfrutar de la playa, no obstante aquí intentaremos presentaros las playas más salvajes y escondidas de Puglia que también en temporada aun conservan un mínimo de encanto sin demasiada gente.
Empezamos por la playa de Murgia della Madonna (también conocida como Spiaggia del Sospetto), a pocos pasos de Vico del Gargano (en el norte de Puglia, cerca de Peschici). Esta zona de Puglia se caracteriza por paisajes muy diferentes a los deserticos del sur, son playas mucho más verdes y en formato cala pequeña ‘a lo costa brava’.
Situada al final de un fiordo excavado en las rocas en el sur de Puglia, el Salento, cerca del pueblo de Tricase, Cala dell’Acquaviva se llama así porque se origina en fuentes de agua fría que la convierten en el lugar ideal para encontrar refugio durante los días más calurosos del verano. Es un auténtico encanto, con sus maravillosos colores que van del turquesa del mar al blanco de la roca y al verde del matorral mediterráneo que se aferra a las rocas.
A pesar de estar ubicada entre Gallipoli y Porto Cesareo, que es una zona muy turística de Salento, la encantadora Bahía de Porto Selvaggio es muy poco frecuentada. Esto se debe a que se encuentra en un gran parque regional que alberga un espléndido pinar y que hay que recorrer a pie más de un kilómetro aproximadamente si se quiere llegar a la playa. Una vez que llegas, la vista recompensa todo el esfuerzo: es un oasis de silencio y tranquilidad.
Un poco más al norte, siempre rodeada de espacios protegidos que han permitido que la zona mantenga intacto su encanto, se encuentra la espléndida playa de Torre Colimena. Es una amplia franja de arena dorada de casi 2 km de longitud, donde la costa es completamente libre. Precisamente por eso nunca está demasiado lleno y, en cualquier caso, dado su tamaño, es imposible no encontrar un rincón para relajars
A lo largo de la costa que conduce a la «punta» de Salento, se puede encontrar la encantadora Bahía de Marina di San Gregorio. Es un tramo de costa rocosa que, decididamente menos frecuentada por la cercana Santa Maria di Leuca, ofrece calas casi vírgenes donde las rocas se sumergen directamente en las aguas cristalinas. En la mayoría de los casos, son de fácil acceso y brindan el lugar perfecto para unas vacaciones lejos de las multitudes.
Todavía a lo largo de la costa jónica, la playa de Sant’Isidoro domina un área marina protegida que, debido a las temperaturas más altas de su fondo marino, alberga una biodiversidad increíble, incluidas pequeñas colonias de corales. Aquí la naturaleza es la verdadera dueña: la inmensa extensión de arena es ideal para familias con niños pequeños, pues sus aguas son siempre muy tranquilas y agradablemente cálidas.
Cerca de Otranto, una de las playas más hermosas y tranquilas es Baia delle Orte. Para llegar a ella hay que recorrer un largo camino entre pinos, que ofrecen una vista encantadora. La costa es particularmente accidentada y salvaje, sin embargo es de fácil acceso para llegar al mar. Y aquí hay muchas calas resguardadas, donde poder alejarse de las (pocas) masificaciones que frecuentan la playa.
Un poco más al sur de Bisceglie, la costa se vuelve rocosa y llena de grietas escondidas. Aquí hay muchas cuevas marinas, excavadas por la fuerza de las aguas y, en algunos casos, a las que solo se puede llegar en barco. La Spiaggia delle Grotte di Ripalta se esconde entre estas bellezas, en un lugar incontaminado que todavía hoy está sujeto al incesante trabajo del mar. La larga extensión de arena mezclada con guijarros es el lugar ideal para relajarse un poco.
Una antigua torre de vigilancia a tiro de piedra del mar, ahora a merced de los acontecimientos atmosféricos, hace un buen espectáculo a lo largo de la costa de Lecce. Así es Torre Rinalda y su encantadora playa, alejada de las rutas turísticas habituales y por tanto muy tranquila y apacible. Avanzada de Salento, es un lugar donde puedes descansar bajo el sol escuchando solo el sonido del viento y las olas.
Finalmente, la ultima, pero no por belleza, de nuestra top ten es la playa de Rivabella. Si es en una zona turística cerca de la piedra de Gallipoli, pero caminando un poco si se pueden encontrar inmensos arenales desde las dunas se cobijan hasta la sombra de frondosos pinos, con una espléndida vista al mar cristalino.
En definitiva, merece mucho la pena explorar los alrededores en busca del lugar ideal para tender la toalla y darse un chapuzón.
Si también queréis visitar algo en el interior, recomendamos Alberobello y el Valle d’Itria.